Aunque no estoy preparada para comentar esta gran obra de José Guerrero, pienso que la
exposición nos hace una proclama del color como elemento fundamental de la
pintura, como herramienta necesaria y suficiente para expresar lo que uno
quiere.
No es necesario
pintar formas reconocibles ni contornos definidos, podemos jugar con los
colores y sus combinaciones, y unos pocos elementos más o menos abstractos para
expresar ideas y sentimientos. Esta es la grandeza de la pintura abstracta,
expresar más con menos pero también lo que la hace a veces difícil de entender
y de querer.
ALGUNAS DE SUS OBRAS
La Brecha III,
1989.Óleo sobre lienzo, 195 x 260 cm.
En
“La brecha III” la mirada vuelve a ser conducida por una gran línea negra entre
dos rojas. Una mancha negra en la esquina inferior derecha vuelve a hacer que
la pintura quede equilibrada. El color amarillo aunque ocupa casi todo el
lienzo, no llega hasta los límites del cuadro sino que deja un marco blanco
irregular, convirtiéndose así en una gran mancha.
Oferta con rojo ,1988. Óleo sobre lienzo
“Oferta con rojo” es la obra más impresionante. El negro de algunos elementos que son los más figurativos de toda la exposición, sobre el rojo saturado, produce una fuerte tensión.
Verde de sapén, 1990.
Óleo sobre lienzo, 219,5 x 189,5 cm.
La última obra “Verde de sapén” me produce
sensaciones más serenas. Un gran rectángulo verde enmarcado por una pequeña
franja roja, y una línea negra que nos dirige la mirada desde arriba hasta
abajo, a otro símbolo de color negro que no me resulta fácil identificar.
Litoral, 1979. Óleo
sobre lienzo, 176 x 126 cm.
En “Litoral” aparece un gran rectángulo blanco partido por la mitad por
una franja roja. El fondo es verde, aunque tiene menos importancia. Debajo
aparecen unas líneas negras insinuando algo. La mirada se nos va precisamente
aquí, a la zona inferior derecha, intentando entender qué son esas líneas.
“
Azul añil”
Azul añil”
1989. Óleo
sobre lienzo, 185 x 145 cm.
Encontramos un gran
rectángulo azul enmarcado en blanco. Una franja violeta a la derecha deja como
un camino de color blanco hasta la zona azul. Unas flechas dibujadas en negro
nos hacen seguir con la mirada este camino blanco desde arriba hasta abajo. Por
último una línea fina de color rojo a la derecha equilibra la gran franja
violeta.